Andrés Mora, Ph.D.

Dr. Andrés Mora

Nuestro Ticotal el Dr. Andrés Mora, es el talento destacado del mes de mayo del 2016. Andrés se especializó en robótica en Japón, es doctor en esa disciplina,  durante su postdoctorado en la Escuela de Exploración de la Tierra y el Espacio de la Universidad Estatal de Arizona, trabajó con  proyectos relacionados con robótica móvil para exploración de ambientes extremos que le ayudó a tener la experiencia necesaria para dirigir el esfuerzo y trasladar una idea académica (mapeo de grandes extensiones de terreno por medio de vehículos autónomos aéreos) en un producto. Esta serie de proyectos le dieron las herramientas para actualmente ser Ingeniero del Centro Espacial AMES de la NASA.

Andrés es miembro del comité asesor del Proyecto Irazú, el proyecto consiste en el diseño, construcción y puesta en órbita en el 2017 del primer satélite Centroamericano hecho en Costa Rica, el cual permitirá crear una plataforma para aplicar tecnología espacial al monitoreo de cambio climático en los bosques tropicales del país.

 

1. ¿Cuáles en su caso fueron los determinantes y/o oportunidades para salir del país?

En el 2001, el Dr. Franklin Chang Díaz me dio la oportunidad de trabajar en su laboratorio Advanced Space Propulsion Laboratory en el Centro Espacial Johnson de la NASA, antes de que se convirtiese en Ad Astra Rocket Co. Fue ahí donde conocí a un investigador llamado Alberto Behar quien me presentó al que se convertiría en mi futuro profesor en Japón, Kazuya Yoshida. Después de casi un año de trabajar con elDr. Chang Díaz volví a Costa Rica y apliqué por la beca que da el Ministerio deCiencia, Tecnología, Comunicaciones y Deporte de Japón, Monbukagakushou y en el 2003 fui uno de los candidatos elegidos para poder estudiar la maestría y doctorado en ese hermoso país.

 

2. En términos generales, ¿cómo describiría sus condiciones de vida en el exterior (p.ej. jornada de estudio y/o trabajo, se han cumplido sus expectativas de lo que sería desenvolverse profesionalmente en el extranjero, principales obstáculos que se le han presentado).

Durante mi tiempo como estudiante de doctorado las jornadas de trabajo eran bastante extensas, al menos unas 10 horas diarias y en ocasiones también trabajaba los fines de semana. En mi año final, básicamente vivía en el laboratorio. Eso fue un cambio progresivo que se volvió la “normalidad”. Ese nivel de esfuerzo fue inicialmente algo inesperado y a pesar de que sabía que tendría que trabajar duro, dentro de mis expectativas nunca pensé que fuera de esa manera. También estuvo la barrera del lenguaje: el japonés. Aunque ya lo había estudiado por unos meses, al llegar a Japón uno se da cuenta que tiene que aprender muchísimo más y en corto tiempo. Además, la cultura del país nipón es bastante diferente a la costarricense. Ahora miro ese esfuerzo como algo por lo que la mayoría de los estudiantes de doctorado pasamos y que en realidad genera carácter. Como dice el dicho: “ningún buen marinero se hizo en aguas calmas”. Al terminar el doctorado y al empezar a trabajar como investigador en el Advanced Telecommunications Research Institute en Kyoto, la carga de trabajo continuo de manera similar a la del doctorado pero ya con experiencia en esos tres aspectos: academia, lenguaje y sociedad. Al regresar al continente Americano, sin duda experimenté un “choque cultural inverso”, de nuevo en esos tres aspectos. Sin embargo, estos pasaron más rápidamente gracias a ser más cercana con nuestra cultura costarricense. Durante mi posición de post-doctorado en la Escuela de Exploración de la Tierra y el Espacio de la Universidad Estatal de Arizona, estuve involucrado con varios proyectos relacionados con robótica móvil para exploración de ambientes extremos que me ayudó a tener la experiencia necesaria para dirigir el esfuerzo para trasladar una idea académica (mapeo de grandes extensiones de terreno por medio de vehículos autónomos aéreos) en un producto. Esta serie de proyectos y “aventuras” sin duda me dieron las herramientas para poder estar hoy en el Centro de Investigación Ames, de la NASA por medio de la empresa contratista MEI.

 

3. ¿Qué tipo e intensidad de contacto profesional mantiene con CR?

Desde el 2011, al iniciar mi trabajo como investigador post-doctoral en la Universidad Estatal de Arizona, empecé a colaborar intensamente con la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio, ACAE. Gracias a esta organización llevé al país la competencia ARLISS (A Rocket Launch for International Students’ Satellites) y con el apoyo del Prof. Eldon Caldwell, esta se convirtió en una categoría de la competencia Roboti Fest organizada por la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de Costa Rica. En el 2013 los ganadores de la edición inicial del ARLISS Costa Rica se convirtieron en los primeros representantes de Latinoamérica en participar en el ARLISS mundial que se lleva a cabo en el desierto de Black Rock, Nevada, EEUU desde 1998. En el 2016, ya se cumplirá el 4to año consecutivo de esta actividad.

De manera paralela a esta competencia, he dirigido el trabajo investigativo de Luis Diego Monge, Jennifer Solís, Mariela Rojas, Roberto Aguilar y Mariano Jiménez quienes son parte del proyecto Ditsö. Este proyecto está muy cerca de convertirse en el primer experimento completamente desarrollado por estudiantes y profesionales costarricenses a bordo de la Estación Espacial Internacional.Este trabajo fue expuesto gracias al apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Costa Rica en el International Astronautical Congress (IAC) 2015, uno de los congresos internacionales del campo aeroespacial más importante del mundo y que reúne a todas las agencias espaciales y compañías privadas de este campo. Para ellos fue su primer congreso internacional donde expusieron sus diseños a una vasta audiencia compuesta por miembros de diferentes agencias espaciales como la europea (ESA), japonesa (JAXA) y estudiantes y profesores de universidades alrededor del mundo. Para este año, tres nuevos artículos han sido aceptados en el IAC 2016 y forman parte de la continuación de nuestro trabajo en esta línea de investigación. Durante el 2015, colaboré con la Prof. Leonora de Lemos, en la organización del primer campamento aeroespacial de Costa Rica. Durante este evento, diferentes especialistas, incluyendo a la M.Sc. Sandra Cauffman, dieron clases tanto teóricas como prácticas acerca de temas del ámbito aeroespacial. Los estudiantes de último año de colegio y hasta segundoaño universitario que participaron desde todos los rincones del país, se convirtieron en los primeros estudiantes costarricenses en lanzar cohetes experimentales de propulsión sólido en Costa Rica.

Más recientemente, he tenido el honor de ser parte del equipo evaluador del Proyecto Irazú. Este proyecto enviará el primer satélite costarricense y de la región centroamericana, completamente diseñado, construido y evaluado por estudiantes, ingenieros y científicos costarricenses. El satélite tiene el formato cubesat (se le llama así por sus dimensiones de 10x10x10cm) y será lanzado en el 2017 por medio de JAXA gracias a un convenio firmado entre ACAE, el Instituto Tecnológico de Costa Rica y el Instituto Tecnológico de Kyushu, Japón.

 

4. Recomendaciones de iniciativas que apoyen que el talento en el extranjero actúe como agentes del desarrollo en Ciencia y Tecnología.

Uno de los primeros pasos ya los ha dado la Red TicoTotal: generación de una base de datos que contenga a las personas que residen en el extranjero y que tienen especialidades en diversos campos de la ciencia. El siguiente paso es canalizar el conocimiento de estas personas hacia Costa Rica a grupos interesados en sus respectivas áreas de estudio. Estas actividades pueden ser seminarios, ya sea de manera presencial o virtual; facilitar la creación de proyectos a corto, mediano y largo plazo que permitan el traspaso de conocimiento hacia Costa Rica y que genere las capacidades necesarias para que la Investigación y Desarrollo continúe en el país y sea atractiva para los residentes en el extranjero; generación de convenios entre instituciones costarricenses y extranjeras (donde estudien/trabajen los ticos de esta base de datos) y que de esa manera no solamente se promueva la interacción de costarricenses en Costa Rica con sus compatriotas en el extranjero, sino que también con los ingenieros/científicos/profesionales con los que éstos trabajan día a día.

 

 

5. ¿Estaría dispuesto(a) a regresar al país si se presentan las posibilidades idóneas?

Sí.

6. ¿Cuáles incentivos considera pertinentes para retener al talento científico en el país? 

Proveer a las personas interesadas en continuar con una carrera de investigación con las herramientas, ambiente y recursos para que lo puedan hacer. Entre ellos están Internet de alta velocidad (fibra óptica), infraestructura (espacio y personal para laboratorios, equipos especializados y materiales), inversión en la formación de estudiantes de doctorados, que la posición de profesor universitario sólo puedan ser obtenida por personas con doctorados, tener salarios atractivos y fomentar un ambiente de cooperación entre diferentes ramas de investigación (ingeniería y ciencias fundamentales, por ejemplo) y así impulsar la investigación interdisciplinaria.

Impulsar una relación más estrecha con programas entre la academia, la industria y el gobierno. De esta manera, los diversos laboratorios de las universidades del país pueden colaborar y obtener financiamiento para investigaciones con el gobierno y/o la industria privada. Así, los estudiantes que participen en ese tipo de investigación obtienen experiencia tanto en cómo llevar a cabo investigación de alto nivel como en la generación de productos que pueden luego ser comercializados por las industrias que les apoyan.

 

7. En su área de trabajo, ¿cuáles serían las necesidades de desarrollo del área en CR?

Las necesidades de desarrollo en el área de investigación de la robótica son similares a las que mencionaba en la pregunta anterior. Internet de alta velocidad, inversión de parte tanto del gobierno como de la industria en investigación y desarrollo de proyectos llevados a cabo por la academia. Es fundamental la mejora de procedimientos de importación de equipos e invitación de expertos en el extranjero para acelerar y abaratar el trabajo que conlleva el desarrollo de proyectos de investigación.

Creación de una cultura de robótica. Iniciar este proceso a partir de una temprana edad con la creación de currículos opcionales que incluyan a la robótica, por ejemplo. Seguido de promoción de becas, competencias en diferentes niveles y con múltiples aplicaciones. De esta manera, se educa al costarricense a mirar a las diferentes tecnologías robóticas como un aliado y no como un enemigo. Ver a este increíble campo de trabajo e investigación como un catalizador que puede optimizar tareas y reducir costos. Pensar en crear sistemas robóticos que colaboren con los agricultores a determinar las condiciones de sus cosechas y mejorar así la labor de sus trabajadores; utilizar robots que permitan determinar las extensión de un incendio forestal o monitorear el desove de tortugas; integrar tecnologías robóticas que ayuden en las tareas diarias en la casa o en el cuidado de adultos mayores o durante cirugías. Que veamos a la robótica como una herramienta para que el país avance exponencial y sosteniblemente.

 

8. ¿Desearía plasmar algún comentario adicional?

Costa Rica sí puede, pero depende de todos.