Dra. Anayanci Masís-Vargas

Nuestra Ticotal, la Dra. Anayanci Masís-Vargas, es nuestro “Talento Destacado” del mes de marzo, 2022.

Anayanci estudió Nutrición Humana en la Universidad de Costa Rica y recibió su bachillerato universitario en el 2009. Durante su bachillerato trabajó con pacientes tanto pediátricos como adultos con diabetes tipo 2 como parte de sus pasantías clínicas, lo que fortaleció su convicción de contribuir activamente a la investigación en el área de endocrinología y metabolismo. Luego de eso, durante el primer semestre del 2010, trabajó como profesora asistente en el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de su alma mater.

En agosto del mismo año, recibió una beca Erasmus de un año de la Unión Europea y se mudó a Estocolmo, Suecia, para estudiar Epidemiología de la Salud Pública en el Instituto Karolinska. Después de esta experiencia, regresó a Costa Rica y decidió comenzar una Maestría en Ciencias Biomédicas con énfasis en Fisiología. Simultáneamente, reanudó la enseñanza en el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina para ampliar su experiencia docente. Hacia el final de su maestría, se le presentó la oportunidad de unirse al Centro de Investigación en Neurociencia (CIN) donde realizó su tesis de maestría investigando los efectos metabólicos de una dieta cetogénica en un modelo animal. Además colaboró ​​con proyectos que estudiaban la enfermedad de Parkinson, tanto en modelos animales como en seres humanos bajo la supervisión del Prof. Dr. Jaime Fornaguera Trías.

Poco antes de la graduación de su maestría en el 2015, fue admitida a un doctorado con doble titulación entre la Universidad de Estrasburgo y la Universidad de Ámsterdam, completamente financiado por el Programa NeuroTime de la Unión Europea. En septiembre del mismo año, se mudó a Estrasburgo, Francia, para comenzar su proyecto de doctorado titulado “Efectos metabólicos y fisiológicos de la exposición nocturna a la luz artificial”. Durante los primeros dos años de su proyecto, trabajó en el Instituto de Neurociencias Celulares e Integrativas (INCI) en Estrasburgo, bajo la supervisión del Dr. Jorge Mendoza. Los dos años siguientes continuó su proyecto bajo la supervisión del Profesor Dr. Andries Kalsbeek trabajando en el Instituto de Neurociencias de los Países Bajos (NIN) y el Departamento de Endocrinología y Metabolismo del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam (Amsterdam UMC).

Anayanci recibió varios premios y becas de viaje por las presentaciones de los resultados de su doctorado en congresos internacionales. Debido a la relevancia de sus resultados científicos, parte de su trabajo ha sido publicado en comunicados de prensa y revistas de todo el mundo en varios idiomas. Ella también participó en la organización del precongreso dedicado a estudiantes e investigadores jóvenes en la reunión bianual de la Sociedad Europea de Ritmos Biológicos (EBRS), donde abogó por la creación de una Junta de Estudiantes, un organismo formal que representara los intereses de los estudiantes de doctorado y los postdoctorandos ante la junta de EBRS. Como consecuencia, se convirtió en la primera delegada de la Junta de Estudiantes en trabajar junto con la Junta de EBRS para ampliar la participación de los investigadores jóvenes en las actividades y proyectos de esa organización.

Posteriormente, trabajó por dos años como investigadora postdoctoral en el Departamento de Endocrinología y Metabolismo del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam (Amsterdam UMC) en el grupo de la Prof. Dra. Susanne E. la Fleur estudiando el rol del núcleo acumbens en el metabolismo de la glucosa utilizando técnicas quimiogenéticas en ratas.

Actualmente trabaja como Editora Científica Asociada para el prestigioso grupo Springer Nature.

Les compartimos su entrevista a continuación:

 

1.    ¿Cuáles en su caso fueron los determinantes y/o oportunidades para salir del país?

Desde que estaba cursando la educación secundaria soñaba con estudiar fuera del país. Mi primera oportunidad se me presentó cuando al final de terminar mis estudios de nutrición empecé a trabajar en el departamento de fisiología de la UCR como profesora interina. Durante mi primer semestre ahí, una de las profesoras asociadas me comentó del programa ERACOL, una ventana del programa ERASMUS-MUNDUS para latinoamericanos. Apliqué de manera exitosa y viajé a estudiar un año al Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia.

Luego de eso regresé al país, volví a trabajar en la UCR, tanto enseñando en el departamento de fisiología, como luego investigando en el Centro de Investigación en Neurociencias (CIN), mientras terminaba mi Maestría en Ciencias Biomédicas. Para ese momento ya sabía que quería regresar a Europa, pero esta vez a realizar mi doctorado.

Varios profesores y colegas me sugirieron buscar “reserva de plaza” en la UCR e irme becada por la institución, con la condición de regresar a trabajar a la misma. Esa opción me pareció siempre muy restrictiva. Por lo que me di a la tarea de buscar otras opciones. Apliqué a varios programas, pero la opción que acepté fue una financiada nuevamente por ERASMUS+, llamada NEUROTIME, que ofrecía una excelente beca para realizar el doctorado con doble titulación, una en neurociencias y la otra en Ciencias médicasentre dos universidades europeas, en mi caso, la Universidad de Estrasburgo, Francia y la Universidad de Ámsterdam, Países Bajos, respectivamente  

Esas fueron mis oportunidades. En cuanto a los determinantes estuvieron la falta de fondos para investigar, limitaciones de tecnología y reactivos y la cultura laboral en la universidad. No siempre encontré el apoyo que buscaba. Había competencia poco sana y poca transparencia entre los colegas.

 

2.    En términos generales,  ¿cómo describiría sus condiciones de vida en el exterior (p.ej. jornada de estudio y/o trabajo, se han cumplido sus expectativas de lo que sería desenvolverse profesionalmente en el extranjero, principales obstáculos que se le han presentado)

Las condiciones de vida son excelentes, pero en ciencia se requieren jornadas laborales largas. No es algo que se exige, lo que se pide son 8 horas diarias, pero una sabe que para sacar adelante los proyectos aveces se requieren 12 horas diarias e incluso en horas de la noche para ciertos experimentos. El balance entre trabajo y vida personal es difícil de lograr.

En cuanto a mis expectativas creo que todas se han cumplido. Buen salario, acceso a equipo, técnicas, reactivos, la posibilidad de hacer networking con científicas y científicos destacados, apoyo de colegas y superiores. No obstante, la competenci poco sana  y la falta de transparencia que vi en Costa Rica, también la encontré en personas de otros países.

Creo que debe ser la presión tan grande que hay de publicar y ser exitoso que hace que la cultura en academia sea así en cualquier parte del mundo.

 

3.    ¿Qué tipo e intensidad de  contacto  profesional mantiene con CR?

Cuando dejé Costa Rica en el 2015 quise seguir colaborando en los proyectos en los que estaba involucrada en el CIN, para mi sorpresa fui excluida de todos ellos una vez que dejé el país. Luego he intentado colaborar ad honorem como profesora invitada de la maestría que cursé sin haber tenido mayor respuesta. Hace poco hubo un cambio de dirección en el programa, por lo que estoy en conversaciones con ellos para tratar de establecer un curso en el que pueda colaborarles.

 

4.     Recomendaciones de iniciativas que apoyen que el talento en el extranjero actúe como agentes del  desarrollo en Ciencia y Tecnología.

Colaboración, esa es la clave. Siento que hay mucho celo profesional que no deja a muchos ver más a allá de su ego y al final el país es el que sufre porque se pierden esas oportunidades en donde los que estamos afuera podríamos colaborar con el desarrollo de la ciencia y tecnología en nuestro país.

 

5.    ¿Estaría dispuesto(a) a regresar al país si se presentan las posibilidades idóneas?

Por motivos personales no pienso regresar de manera permanente, pero si hubieran condiciones más idóneas si viajaría a Costa Rica más seguido, no a sólo a visitar a mi familia como lo hago ahora, pero también a colaborar con colegas ticos, en investigación o enseñanza superior, como asesora, etc.

 

6.    ¿Cuáles incentivos considera pertinentes para retener al talento científico en el país?

Más inversión en equipo y en programas y centros de investigación. Menos restricciones aduaneras a la importación de reactivos. Más colaboración con el extranjero. Más oportunidades de obtener contratos permanentes o plazas.

 

7.    En su área de trabajo, ¿cuáles serían las necesidades de desarrollo del área en CR?

Habría que empezar de cero. Nadie en Costa Rica ha empezado a investigar en Neuroendocrinología, ni en fisiología circadiana. Me encantaría empezar a desarrollar esas áreas en Costa Rica si se me diera la oportunidad.

 

8.    ¿Desearía plasmar algún comentario adicional?

En general creo que tanto en Costa Rica como a nivel mundial, la academia necesita un cambio de cultura y de actitud. Contrario a lo que se cree, la academia no es una meritocracia, y al final los contactos que una tenga y las trivialidades de las decisiones de los que están arriba es lo que define quien se queda y quien no.