Dra. Sylvia E. Josephy Hernández

Nuestra ticotal, la Dra. Sylvia E. Josephy Hernández, es nuestro talento destacado del mes de noviembre.

Sylvia estudió medicina en la Universidad de Costa Rica, carrera que sentó los cimientos para todas las oportunidades que se le presentaron en el futuro. Del 2013 al 2015 cursó una Maestría en Neurociencias en la Universidad de McGill, Canadá. Su investigación se centró en el rol que juega el factor de crecimiento neuronal (NGF) con su receptor TrkA en los procesos neuronales de la memoria. En el año 2016, inició su especialidad en neurología en la Universidad de Massachusetts (UMass), donde creó un proyecto de colaboración investigativa entre UMass y la UCR. 

Actualmente se encuentra obteniendo su subespecialidad en neurología cognitiva y neuropsiquiatría en el Massachusetts General Hospital (Universidad de Harvard), en Boston, Massachusetts. Su supervisor de investigación es el Dr. Brad Dickerson, en una unidad que estudia las demencias frontotemporales y la demencia afasia progresiva primaria. Su investigación consiste en estudiar cambios en cómo escriben los pacientes con demencia, para luego observar si esos cambios se pueden extrapolar a marcadores lingüísticos digitales.

 

 

1.    ¿Cuáles en su caso fueron los determinantes y/o oportunidades para salir del país?

 

Siento que lo principal fue siempre contar con el apoyo de mi familia y amigos, tener salud y la educación pública en Costa Rica. Mi abuela se graduó de maestra en la UCR, mi mamá de educación en matemática en la UCR y después fue profesora en el TEC, y mi papá fue profesor catedrático de matemática en la UCR. Además, haber tenido la oportunidad de estudiar medicina en la UCR definitivamente sentó los cimientos para todas las oportunidades que vinieron después.

Siempre me interesó hacer investigación, sin embargo en la carrera de Medicina no se fomentaba la investigación como pilar de descubrimiento. Por eso siempre pensé en estudiar en el exterior, y ojalá poder traer esos conocimientos y cultura de investigación de vuelta a Costa Rica. No obstante, nunca pensé en continuar mis estudios en Medicina en los Estados Unidos. Todo esto cambió en el último año de la carrera (el internado), cuando gracias a la fundación IHCAI hice el bloque de medicina interna en Harvard. En Boston, descubrí un mundo de ciencia e innovación en Medicina que cambió mis metas académicas hacia hacer residencia en neurología en los Estados Unidos.

El proceso no fue fácil, y desde el principio requirió mucho trabajo y algo de suerte. Cuando digo suerte es porque cuando uno empieza en un área en la que no conoce a nadie, necesita que alguien le dé una primera oportunidad. De ahí en adelante, sí depende mucho de uno. En los últimos 9 años he topado con la suerte de tener mentores que me han dado oportunidades y me han guiado para llegar a donde estoy. Definitivamente por cada “puerta” que se ha abierto, se han cerrado 100. Entonces uno aprovecha al máximo la que sí se abrió.

 

2.    En términos generales,  ¿cómo describiría sus condiciones de vida en el exterior (p.ej. jornada de estudio y/o trabajo, se han cumplido sus expectativas de lo que sería desenvolverse profesionalmente en el extranjero, principales obstáculos que se le han presentado)

 

Los horarios en Medicina siempre son una locura, pero sí son bastante distintos en Costa Rica comparado a los Estados Unidos. En Costa Rica, uno puede tener una guardia cada 4 días (es decir, pasa esa noche en el hospital), pero los demás días se sale como a las 4 pm. Es súper cansado pero en retrospectiva creo que prefiero ese formato. En Medicina en los Estados Unidos, tienen un límite de horario de 80 horas semanales, pero uno no puede trabajar más de 24 horas seguidas en el hospital. ¡Eso se traduce en días larguísimos! Al menos en el internado aquí, eran mínimo 12 horas diarias, 6 días por semana. El día que uno tiene libre, duerme, va al supermercado, lava ropa, y ojalá poder socializar, y ya al día siguiente de vuelta al hospital. Conforme avanza la residencia el horario sí mejora. Ahorita que estoy en la subespecialidad sí paso trabajando todo el día, pero la mitad de mi horario es haciendo investigación entonces no es tan agotador como esos días/noches eternas de la residencia.

 

3.    ¿Qué tipo e intensidad de  contacto  profesional mantiene con CR?

 

Desde el 2016 iniciamos conversaciones entre las residencias (especialidades) de Neurología de la Universidad de Massachusetts y la Universidad de Costa Rica. A lo largo de estos 4 años, hemos trabajado con los residentes, asistentes, el director del programa de residencia, la Oficina de Asuntos Internacionales y de Cooperación Externa y la Escuela de Medicina de la UCR para avanzar un convenio entre ambos programas. El objetivo es promover una cultura de investigación en Neurología con un enfoque de Neurología global. En estos momentos el convenio se encuentra en revisión por parte del Sistema de Estudios de Posgrado y esperamos pronto poder avanzar con el proyecto.

 

4.     Recomendaciones de iniciativas que apoyen que el talento en el extranjero actúe como agentes del  desarrollo en Ciencia y Tecnología.

 

Creo que la red TICOTAL ha hecho una labor excelente manteniendo un registro de los costarricenses que están realizando investigación en el extranjero. Me parece que las universidades y centros de investigación podrían tener un rol más activo en mantener a esas personas como un recurso para charlas y colaboraciones. Yo definitivamente he tenido la experiencia, y sé de amigos costarricenses que también, de que hemos tratado de compartir nuestros conocimientos con universidades en Costa Rica y topar con puertas cerradas y falta de interés. En el ámbito de Medicina se está girando hacia un ambiente global e inclusivo. Esto es una oportunidad para países como Costa Rica, en donde hay excelente Medicina y ciencia para perfilar y colaborar con otros países.

 

5.    ¿Estaría dispuesto(a) a regresar al país si se presentan las posibilidades idóneas?

 

¡Esa es la idea! Cuando me fui de Costa Rica en el 2012 dije 10 años, y llevo 8. La idea es volver a Costa Rica en el 2022, una vez que termine la subespecialidad. Espero poder integrarme al campo de la neurología, educación e investigación.

 

6.    ¿Cuáles incentivos considera pertinentes para retener al talento científico en el país?

La investigación necesita recursos, y por lo tanto inversión. Hay muchas cosas que se pueden aprender en el extranjero, pero regresar al país sí depende de la posibilidad de poder desarrollar la carrera que uno quiere. Costa Rica tiene muchísimo que ofrecer en educación, salud y calidad de vida, pero el desarrollo profesional de una persona que quiere hacer investigación requiere infraestructura y financiamiento.

7.    En su área de trabajo, ¿cuáles serían las necesidades de desarrollo del área en CR?

 

La Neurología ha avanzado muchísimo en los últimos 30 años, sobre todo gracias a nuevas técnicas diagnósticas. La Neurología tiene una clínica preciosa y la gran mayoría de las veces uno puede hacer un diagnóstico a punta de la historia clínica y el examen neurológico. Sin embargo, antes había muy pocos tratamientos, entonces hacer un diagnóstico certero no afectaba en gran parte el pronóstico. Actualmente hay muchos más tratamientos, por lo que es necesario tener acceso a esas técnicas diagnósticas para poder brindarle los mejores tratamientos los pacientes. Esto aplica sobretodo al campo de imágenes. Por ejemplo, un estudio puede hacer la diferencia entre un accidente cerebrovascular (derrame cerebral) que se puede tratar y uno que no. En mi área específica, que son las demencias, todavía no hay tratamientos o curas disponibles. Costa Rica podría formar parte del descubrimiendo de tratamientos, pero sí se necesita acceso a estudios de imagen y otras técnicas para agudizar los diagnósticos.

 

8.    ¿Desearía plasmar algún comentario adicional?

Me gustaría agradecer a la Academia Nacional de Ciencias y la Red TICOTAL por su gran labor apoyando la ciencia costarricense. Por último, deseo mencionar que en cada lugar que he estudiado en el extranjero he estado rodeada de costarricenses que han puesto y siguen poniendo el nombre del país en alto.