MSc. Vanessa Hsu Chen

MSc. Vanessa Hsu Chen
MSc. Vanessa Hsu Chen

La MSc. Vanessa Hsu Chen, es nuestro talento destacado del mes. Actualmente trabaja en una compañía de sofware, una ‘start-up’ en San Francisco. Los invitamos a leer su entrevista a continuación.

1. ¿Cuáles en su caso fueron los determinantes y/o oportunidades para salir del país?

Siempre me gustaron las ciencias y las matemáticas. En noveno año del colegio empecé a participar en las olimpíadas de matemáticas (OMATEC y OLCOMA) y de ahí en adelante, me quedaron las ganas de buscar retos académicos o intelectuales cada vez mayores dentro y fuera del colegio. Ya en décimo me puse a averiguar cómo se solicitaba a universidades en Estados Unidos. En realidad, fue un proceso más que nada exploratorio, guiada por curiosidad más que ambición. Fui llenando todas las solicitudes y reuniendo los requisitos para ellas, en parte para ver qué tan lejos podría llegar en el proceso y en parte, soñando con ser independiente en una de estas universidades lejanas y llenas de todo tipo de conocimiento que no me podía imaginar todavía.

Desde un principio, tuve el apoyo incondicional de mis padres. Nunca me detuvieron, aun cuando no fuera un camino tradicional y conociendo el costo potencial de las universidades. La idea fue siempre ver adónde me aceptaran y arreglárnoslas después. Con una dosis de muchísimo sacrificio de mis padres, igual cantidad de suerte, y la generosa ayuda financiera de las universidades y amigos donantes, pude completar un doble bachillerato en Wellesley College en Física y en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Ingeniería Eléctrica y Computación; así como seguir con una maestría en MIT especializándome en robótica.

2. En términos generales,  ¿cómo describiría sus condiciones de vida en el exterior (p.ej. jornada de estudio y/o trabajo, se han cumplido sus expectativas de lo que sería desenvolverse profesionalmente en el extranjero, principales obstáculos que se le han presentado)

Trabajo en una compañía de sofware, una ‘start-up’ en San Francisco y me encanta. El trabajo es bien exigente, pero a la vez de horario flexible. En la industria de tecnología, la carrera tiende a ser de lo más importante para muchas personas (en especial para la gente joven) y uno termina estando constantemente conectado y trabajando a toda hora. Sin embargo, es un ambiente emprendedor y emocionante, con gente motivada, inteligente y modesta a la vez. La cultura laboral es muy casual, sin horas rígidas ni protocolos, enfocada en la colaboración, y en cada uno hacer el mejor trabajo posible.

3. ¿Qué tipo e intensidad de  contacto profesional mantiene con CR?

En realidad, poca. En la universidad participé en varios proyectos de investigación con el MIT Media Lab que trabajaban con el ITCR y la Fundación Omar Dengo en Costa Rica, en talleres de robótica y otros proyectos de electrónica. Sin embargo, fueron proyectos a corto plazo. Después de graduarme, he intentado formar relaciones donde podría ayudar ya con más experiencia y de manera más permanente, pero cada vez se han caído los esfuerzos por falta de interés o seguimiento.

4. Recomendaciones de iniciativas que apoyen que el talento en el extranjero actúe como agentes del  desarrollo en Ciencia y Tecnología.

He visto que hay mucha actividad en el mundo del start-up en Chile, y a menor grado en Argentina y Brasil. Los gobiernos y las universidades han estado invirtiendo muchísimo tiempo, esfuerzo y dinero en programas intensivos de intercambio entre sus países y Silicon Valley. Específicamente, estos programas conectan a ingenieros de sus respectivos países con inversionistas de riesgo (venture capital) o “ángeles” (angel investors) y otros emprendedores del área de San Francisco. Los programas son muy valiosos para los ingenieros y programadores sudamericanos, pueden ayudar a traer capital para proyectos más innovadores y riesgosos, y fomentan el intercambio de ideas y la formación de una red internacional con puntos focales en distintos lugares en Latinoamerica y en San Francisco u otros hubs de tecnología como Berlín, Londres o Nueva York.

Costa Rica debería empezar a ser parte de estos esfuerzos (puede que ya lo sea y yo no lo haya encontrado), así como los esfuerzos que ya se hacen para colaborar con universidades fuera del país en la investigación académica.

Tener una red como Ticotal es sumamente importante y beneficioso, pero se puede hacer mucho más con ella. El portal puede convertirse en un punto de visita para cada uno y una de los y las costarricenses en estos campos en el extranjero. Para ello, sin embargo, el sitio debe ofrecer algo para los usuarios en cada visita, tener contenido viviente, foros de discusión, listas de recursos (por ejemplo, universidades y campos en los que ya existen colaboraciones y con cuáles individuos), e indicaciones de cómo poder involucrarse en algun proyecto existente. La idea de toda página exitosa de internet es que le agregue valor a su usuario en cada visita y que el usuario tenga razones para volver y contribuir contenido a ella.

5. ¿Estaría dispuesto(a) a regresar al país si se presentan las posibilidades idóneas?

La pregunta en sí está planteada de una manera problemática: “estar dispuesto a” asume a priori que habría una cuestión de sacrificio personal, que a uno le iría mejor fuera del país. Además, la condición de “posibilidades idóneas” es demasiado abierta y abstracta para poder contestarse de manera significativa.

Yo creo que la pregunta de volver o no es un debate constante en la mente de toda persona que viva en otro país. Para mí es una negociación entre el aferro a Costa Rica, el quererle aportar a un país que quiero mucho y el querer estar cerca de mi familia; y al otro lado de la balanza, la calidad de vida y las oportunidades que se me presentan fuera del país.

En particular, como mujer, me importa mucho la seguridad en la ciudad en la que vivo, y la consecuente libertad personal que gano gracias a ella. Como hija de padres inmigrantes, mi identidad fue siempre, de por sí, híbrida y creo que he ganado mucho gracias a ella – lo cual me hace buscar esa misma riqueza y diversidad en todas mis experiencias de vida. Y finalmente, como costarricense, me encantaría encontrarme en mi país y cerca de mi familia de nuevo en algún futuro –estaré siempre buscando tal oportunidad.

6. ¿Cuáles incentivos considera pertinentes para retener al talento científico en el país?

El problema de retención en el país va más allá de las oportunidades de trabajo, incluye además la calidad de vida, la inseguridad, especialmente para las mujeres, y otras mediciones menos tangibles en la sociedad. Más allá de eso, creo que algunas ideas que mencioné antes para crear más oportunidades laborales creativas y estimulantes podrían ser beneficiosas.

7. En su área de trabajo, cuáles serían las necesidades de desarrollo del área en CR?

 

Como ya mencioné, fomentar oportunidades laborales más creativas y flexibles que permitan a las personas llegar a su máximo potencial ayudaría mucho en el área de la tecnología y los start-ups. Costa Rica tiene una gran ventaja ya en cuanto a conocimiento técnico y del inglés en una gran mayoria de su población. Tenemos muy buenas condiciones para empezar proyectos como Start-up Chile u otros similares para fomentar el talento costarricense.