Llamativo árbol ubicado en Golfito esconde la llave para combatir acné, alergias o asma
Llamativo árbol ubicado en Golfito esconde la llave para combatir acné, alergias o asma
Una de las claves para combatir el asma, el acné, las arrugas o alergias en un llamativo árbol localizado en el Refugio de Vida Silvestre de Golfito, en el Área de Conservación de Osa (Acosta).
Se trata del mabolo, Dyopsiros Blancoi, que es nativo de Asia y desde 2008 fue encontrado por investigadores del Instituto Nacional de Biodiversidad (InBio) y el Instituto Coreano de Investigación en Biociencias y Biotecnología (Kribb, por sus siglas en inglés). Pese a que aún las etapas para el desarrollo de formulaciones o medicamentos están en fases prematuras, los científicos no ocultan las bondades que antiinflamatorias y antioxidantes que el árbol proporcionará.
“Llevamos siete años trabajando con el Kribb y el hacer un ensayo inflamatorio es porque tiene aplicación en grandes áreas de salud humana. El mismo cáncer, que es un término muy extenso, puede implicar que haya problemas de inflamación crónica”, dijo Kattia Rosales, bióloga del InBio que estudia el mabolo.
Las investigaciones ahora apuntan al desarrollo de cremas y lociones para la piel para medir su impacto en los humanos. Sin embargo, Rosales señala que esto no escapa al tema de inmunoregulación ya que existen enfermedades que bajan las defensas, donde se dan problemas de inflamación.
“En eso se usan los corticoides, pero eso acarrea problemas de efectos secundarios. Hay interés de buscar otras fuentes de antiinflamatorios que puedan reducir los efectos adversos de lo que existe en este momento y que incluso pueda mejorar otras cosas. Si es algo que desinflama, también puede reducir el dolor”, aseveró la bióloga.
InBio y Kribb han recolectado extractos de plantas y ensayos anti-tumorales o antiinflamatorios asociados con enfermedades como el asma o la psoriasis, la cual es una infección aguda en la piel.
“Diferente a la idea farmacéutica de llegar a un compuesto puro que se extraiga del árbol y trabajarlo, es lo que se llama un fitofármaco, que se trabaja con el extracto de la planta pero se somete a un proceso de calidad en el que se tiene que verificar que eso funciona en humanos. Es decir, siempre tiene que llegar a manos clínicas”, puntualizó Rosales.
¿Cómo se estudia? Se colectan las pruebas, se realizan pruebas a nivel de laboratorio con células, en ese primer modelo se observa si se inhiben las sustancias que causan inflamación, de no ser tóxico se continúan con otros modelos.
“En asma, por ejemplo, ya fue en modelaje de ratones. Es casi como un año para ver in vitro si es efectivo, luego se puede pasar a otros modelos para identificar si puede ser tópico (cremas), ingerido por los ratones y si se baja la inflamación. Ese es el interés que tenemos en asma, los coreanos están muy interesados en esa parte y nosotros también”, externó la invstigadora.
Curiosamente, el mabolo tiene un fruto que es comestible. Rosales explica que su sabor es como una mezcla de piña o papaya, sin embargo su olor similar al queso le resta acogida entre quienes lo han probado.
“El programa con el que trabaja Corea a nivel internacional, con otros países, se reúne todos los años para ver el avance de los proyectos que hay en cada país. Aquí ya hemos tenido dos simposios, la idea es que vengan de Corea y nosotros vayamos allá”, acotó Rosales, quien señaló la parte cosmética como la de mayor potencial.
Fuente: CR Hoy.