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04.03.2013 13:47 Antigüedad: 12 yrs

Sonia Marta Mora: ‘La calidad no es un lujo, sino un derecho y un deber’


Aunque sostiene que Costa Rica está a la vanguardia de la acreditación superior, asegura que falta mucho trabajo para fortalecer el sistema y convertir la calidad educativa en un valor para los costarricenses. La nueva presidenta del Sinaes habló con La Nación sobre sus prioridades para agilizar los procesos del Sinaes y generar una mayor conciencia sobre la acreditación en el país. Su meta: que los propios estudiantes exijan la acreditación a las centros universitarios.

Sonia Marta Mora llegó a la presidencia del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (Sinaes), en enero, con amplia experiencia en ambos extremos del proceso de acreditación.

En una entrevista, habló sobre sus prioridades como jerarca del Sinaes y algunas estrategias para agilizar la acreditación.

¿Cómo valora usted la educación superior en el país?

Costa Rica tiene grandes logros, pero enorme desafíos. Uno clave hoy es convertir la calidad educativa en un valor para los costarricenses. La calidad hoy no es una concesión ni un lujo ni un regalo, sino un derecho y también un deber y responsabilidad de todos los actores sociales.

¿Cuál es su mayor aporte como exrectora?

En mi caso particular, he estado de los dos lados de la mesa. Como vicerrectora académica y rectora fui evaluada y pasé toda esa presión de sacar procesos de acreditación, y ahora soy parte del consejo evaluador. Me parece que enriquece mucho y permite poner las cosas en perspectiva.

¿Cuáles van a ser los temas prioritarios de su gestión?

Para pensar en las prioridades, hay que tomar en cuenta que Costa Rica está a la vanguardia de los procesos de acreditación en Iberoamérica. Sin embargo, también tiene que entrar en una nueva etapa de consolidación y eso significa transformaciones. Por ejemplo, los procesos de acreditación hay que agilizarlos y hay que actualizar los instrumentos.

”Además, hay que propiciar un acercamiento a las 19 universidades que forman parte del Sistema para remozar la agenda estratégica. Ya empecé esas visitas y he ido a varias universidades públicas y privadas para escuchar qué les inquieta”.

¿Qué tipo de inquietudes se ha encontrado hasta el momento?

Por ejemplo, aportes acerca del trabajo que representa cada proceso de acreditación y sobre pasos que probablemente podrían fundirse o acortarse. Son más de 160 criterios. Por eso estamos hablando de una agilización del proceso.

”Una iniciativa del 2013 es que vamos a echar en movimiento la acreditación por conglomerados con base en una propuesta asesorada por expertos alemanes. Esto significa que una universidad puede someter a acreditación varias carreras que comparten núcleos comunes y asignaturas, de manera que significa una economía de recursos y de tiempo”.

¿Cuáles son los principales tropiezos que afrontan las universidades para completar el proceso de acreditación?

Uno de los desafíos más grandes es establecer un sistema interno de gestión de la calidad, indispensable para lograr la acreditación y, sobre todo, mantenerla. Se requieren sistemas de información con datos accesibles, por ejemplo. Además, deben tener expertos formados en gestión de calidad y esto no es tomar un buen profesor y ponerlo en la oficina, sino que es toda un área de conocimiento.

 

 

¿Cuáles son los temas que más le preocupan a usted en materia de calidad educativa?

Algunos casos que han trascendido en los medios son motivo de alarma e implican que el país tiene que analizar con cuidado la calidad de las universidades.

”Esto va ligado con una tercera prioridad, que es impulsar un programa para contribuir a generar una cultura de calidad en el país. En Costa Rica hay 62 universidades, 19 de las cuales están en el Sinaes y eso quiere decir hay un amplio margen de crecimiento en ese campo”.

 

En términos legales, ¿qué respaldo tiene el Sistema como agencia de acreditación?

El Sinaes en cuanto a legislación ha tenido dos momentos clave. En el 2002, cuando se le reconoce como una agencia oficial, y el 2010 con la ley de fortalecimiento porque autoriza a instituciones públicas a una contratación preferente de graduados de carreras acreditadas. La ley también amplía las funciones del Sinaes para que pueda evaluar no solo carreras de grado y posgrado, sino también carreras e instituciones parauniversitarias.

¿Hace falta que la acreditación sea obligatoria?

En este momento, la acreditación en Costa Rica es voluntaria. Yo creo que hay mucho espacio para impulsar la acreditación y fortalecer la cultura de calidad, para que los mismos usuarios la exijan. Además, crear incentivos para las instituciones y para los graduados.

 

 

¿Qué tipo de incentivos?

Por ejemplo, hay países donde existen fondos de becas para carreras acreditadas o apoyos financieros internacionales para universidades que se proponen un plan muy ambicioso de acreditación.

 

El Sinaes apenas cuenta con 13 funcionarios. ¿Están en capacidad de darles respuesta a todas las instituciones universitarias?

Hemos hecho un esfuerzo por tener una institución pequeña y muy eficiente; sin embargo, de cara a los retos estamos analizando ese tema. Por ahora hemos acudido mucho a la contratación de expertos para tareas específicas.

”Algunos procesos tardan más de lo que quisiéramos y por eso una prioridad del trabajo justamente es la agilización. Sentimos que con la madurez que tenemos podemos ir más rápido que en el pasado. En cuanto a la suficiencia o no de personal, sí estamos analizando si tenemos que hacer cambios”.

Nota tomada del periódico La Nación

 


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