Costarricenses están alertas del desgaste ambiental, pero no es suficiente para cambiar conciencia
Costarricenses están alertas del desgaste ambiental, pero no es suficiente para cambiar conciencia
Los costarricenses están conscientes de los problemas ambientales, manejan información de situaciones globales como el cambio climático y hasta están dispuestos a pagar más por algo que sea amigable con la naturaleza, pero no es suficiente para lograr una conciencia ciudadana general.
La Encuesta de Ambiente y Cambio Climático, realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con apoyo de la Universidad de Costa Rica, reveló que los ticos no cierran los ojos ni son ignorantes del déficit en gestión ambiental.
Es más, son autocríticos y se dan una baja calificación, en cuanto a esfuerzos para proteger al medio ambiente. El promedio de la persona entrevistada fue de 6,5. Le siguió la población en general (4,8), el Estado (4,5) y la empresa privada (4,4).
El 73% de los encuestados respondió que sus actos si tienen consecuencias para el ambiente, mientras que el 14% dijo que “pueden tener” y un 11% respondió negativamente.
La representante Residente del PNUD, Yoriko Yasukawa, dio un mensaje positivo porque hay un alto conocimiento del tema e interés por frenar el cambio climático, así como la responsabilidad de cada personas. De hecho una de cada cuatro personas dijo que participan de algún voluntariado a favor del medio ambiente.
Despertar ciudadano, sube pero no alcanza
Damiano Borgogno, oficial de Cambio Climático del PNUD, resaltó que la encuesta muestra como las personas se ponen entre los responsables y generadores de daño o bienestar ambiental.
El investigador afirmó que las personas ven la situación en sus comunidades, lo que puede disparar los cambios. Eso si, apenas el 30% conoce de la carbono neutralidad a la que aspira Costa Rica.
Además entre 8% y 15% de la población valora la producción amigable con el ambiente como principal característica al comprar café, piña, banano y carne. Igualmente un 34% están dispuestos a pagar por carne producida amigablemente y 19% soltarían más colones, por usar un taxi híbrido.
El Programa Estado de la Nación ha investigado, en un capítulo del informe anual, la situación ambiental, así como las manifestaciones sociales en el tema. El XX Informe detalló que entre 1994 y 2013 se registraron 486 acciones colectivas en materia ambiental, un 5,8% de todas las protestas.
A pesar de la presión social y logros como la reforestación, Costa Rica no logra acelerar su camino y camina a ser insostenible, pues la huella ecológica sigue siendo deficitaria, ya que usamos un 8% más de los recursos disponibles.
Leonardo Merino, coordinador de investigación del Estado de la Nación y encargado del capítulo ambiental, señaló que después de dos temas (trabajo y legislación), el ambiente mueve más que muchos, como derechos humanos u otros.
Merino coincidió que se convierte en tema movilizador contra el Estado y que une a comunidades, pues la mitad de las acciones colectivas se centran en vecinos, incluso más que organizaciones ambientalistas.
A pesar de eso, el investigador aseguró que los ciudadanos no están completamente alerta del peso de su conducta individual en el medio ambiente. Puso dos ejemplos puntuales, la movilización y el transporte, el sector que más contamina; y el manejo de aguas residuales.
En el Índice de Desempeño Ambiental EPI (Environmental Performance Index) elaborado por la Universidad de Yale en Estados Unidos, el país pasó del puesto cinco al 52, entre 2012 y 2014. Atribuido a la inclusión de indicadores en los cuales Costa Rica no está bien posicionada, como el tratamiento de aguas residuales.
Entonces, a pesar del conocimiento sobre el tema, la exigencia al Estado y una mayor cantidad de protesta, el ciudadano costarricense no le da la relevancia suficiente al tema.
Leonardo Merino recordó que el tema no es exigido para comprometer el voto, en las campañas ciudadanas. Por eso, aunque hay resultados positivos, el reto es tan grande para el individuo, como lo es para el desgastado Estado.