PhD. Javier Pizarro Cerda

Nuestro talento destacado de este mes es el PhD. en Inmunología, Javier Pizarro, Investigador Estatutario del Instituto Pasteur de Paris. Su línea de investigación es en Microbiología/Biología Celular, específicamente en mecanismos de adaptación de patógenos bacterianos a la vida intracelular. A continuación su entrevista:

1.      ¿Cuáles en su caso fueron los determinantes y/o oportunidades para salir del país?

En 1994, después de haber completado una Maestría en Biología de la Universidad de Costa Rica (laborando en la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional) viajé al Centro de Inmunología de Marsella-Luminy para realizar en primera instancia un DEA (maestría francesa) en inmunología y posteriormente un doctorado en la misma especialidad. Dos factores determinantes me permitieron viajar a Francia para realizar mis estudios: primero el entusiasmo y dinamismo de mi mentor en ese momento Dr. Edgardo Moreno Robles, quien en aras de proseguir los proyectos que habíamos iniciado en el Programa de Investigaciones en Enfermedades Tropicales de la Universidad Nacional, estableció contactos con el laboratorio liderado por el Dr. Jean-Pierre Gorvel en Francia, con quien desarrollamos una extensa y productiva colaboración que se extendió por más de 4 años trabajando en las adaptaciones a la vida intracelular de la bacteria agente de la brucelosis. El segundo factor que contribuyó a  mi salida fue el apoyo de distintas instancias en Costa Rica, por una parte el Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular de la Universidad de Costa Rica que bajo el liderazgo del Dr.  Gabriel Macaya Trejos, motivaron e impulsaron la consecusión de una beca a través de la  Embajada de Francia en Costa Rica que permitió financiar mi primer año de estudios.

2.      En términos generales,  ¿cómo describiría sus condiciones de vida en el exterior (p.ej. jornada de estudio y/o trabajo, se han cumplido sus expectativas de lo que sería desenvolverse profesionalmente en el extranjero, principales obstáculos que se le han presentado)

Considero que mis condiciones de vida en el exterior fueron realmente excepcionales en muchos sentidos: desde un punto de vista personal, podría mencionar que desde un inicio estuve en contacto en Francia con un grupo pequeño de costarricenses que me recibieron como parte de sus familias, lo que me permitió llevar con mucha facilidad el proceso que representaba salir a vivir fuera de Costa Rica. Por otra parte, el haber llevado cursos magistrales durante mi primer año de estudios en la Universidad de Marsella (en paralelo al trabajo de investigación en el laboratorio) facilitó una estrecha relación profesional con estudiantes franceses, quienes me integraron rápidamente a su cotidianidad e igualmente me permitieron realizar con sencillez la transición entre Costa Rica y Francia. El ritmo de trabajo fue realmente muy intenso a lo largo de toda mi estadía en Marsella: mi objetivo inicial era únicamente completar un DEA; posteriormente se presentó la posibilidad de realizar un doctorado en temáticas complementarias a mi proyecto de maestría y logré obtener una beca para ingenieros del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) francés que financió durante tres años mi doctorado y otorgó continuidad al proyecto de investigación que habíamos comenzado junto al laboratorio del Dr.Edgardo Moreno en la Universidad Nacional, y que se extendió hacia colaboraciones con investigadores de otras instituciones costarricenses como el Instituto Clodomiro Picado. Una vez finalizados mis estudios, quise explorar nuevas perspectivas de investigación en el área de enfermedades infecciosas y en 1998 busqué un puesto de investigador post-doctoral en el Instituto Pasteur en París para trabajar en el equipo de la Dra. Pascale Cossart, una científica francesa reconocida internacionalmente por su trabajo en la intersección entre la biología celular y la microbiología. Durante tres años fui becario de la Asociación Francesa contra el Cáncer hasta que en el año 2001 obtuve una plaza en propiedad como miembro permanente del personal de investigación del Instituto Pasteur. Desde entonces, mi experiencia profesional se ha visto enriquecida no solo con colaboraciones francesas y europeas sino también con un trabajo de docencia de carácter internacional, en gran parte debido a la presencia de más de 30 Institutos Pasteur a lo largo del mundo, lo que me ha permitido impartir cursos en Argentina, Grecia, China, entre otros países. Creo que mis expectativas iniciales han sido ampliamente colmadas.

3.      ¿Qué tipo e intensidad de contacto profesional mantiene con CR?

Durante mi período de maestría y doctorado en Marsella, el contacto profesional con Costa Rica fue constante e intenso. El cambio de línea de investigación durante mi post-doctorado, que coincidió con mi desplazamiento al Instituto Pasteur de Paris, me alejó temporalmente de la interacción que había llevado hasta entonces con la Universidad Nacional o con la Universidad de Costa Rica y durante algunos años he seguido con interés pero con cierta distancia el quehacer científico costarricense.

Recientemente, he tenido el inmenso honor de haber sido elegido como miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Costa Rica. Esta nominación, más que un reconocimiento, representa para mí un compromiso y una responsabilidad hacia la comunidad científica del país. Por este motivo estoy buscando actualmente la posibilidad de abrir diferentes canales de comunicación (colaboraciones, encuentros científicos, actividades de docencia) que me permitan poner al servicio de colegas costarricense diferentes plataformas de información, financiamiento y colaboraciones académicas a las cuales tengo acceso en mi calidad de investigador del Instituto Pasteur.

4.  Recomendaciones de iniciativas que apoyen que el talento en el extranjero actúe como agentes del  desarrollo en Ciencia y Tecnología.

Me parece imprescindible que en primera instancia se pueda censar la presencia de talento costarricense en el extranjero; por este motivo creo que una iniciativa como el proyecto Ticotal es de un gran valor ya que permite establecer una base de datos a partir de la cual se puedan crear redes que den paso a futuras colaboraciones entre científicos trabajando directamente en Costa Rica y costarricenses investigando en instituciones fuera del país.

Esta base de datos debería ser complementada con un repertorio de los programas de investigación y sistemas de financiamiento a los cuales pueden acceder estos diferentes científicos para poner en marcha sus iniciativas de investigación: en efecto, estos programas pueden incluir diferentes actores o pueden variar a lo largo del tiempo y actualizar el estado de validez de los mismos es fundamental. Por ejemplo, cuando yo viaje en 1994 a Francia, nuestro proyecto de investigación con Costa Rica fue financiado por el programa ‘Norte-Sur’ que ya ha sido descontinuado. Francia sostiene hoy en día proyectos de cooperación con varios países de Latinoamérica dentro del marco del programa ‘ECOS’,  pero  lamentablemente Costa Rica  no pertenece a este programa.

En la actualidad, el organismo francés CIRAD mantiene programas de cooperación con instituciones costarricenses como el CATIE, el CENIBiot o el CITA-UCR, pero las temáticas de salud humana que manejamos en el Instituto Pasteur quedan fuera de las prioridades de este marco de cooperación.

El pasado mes de mayo sostuve una reunión con el Dr. Keilor Rojas, Viceministro de Ciencia y Tecnología y el señor Daniel Lefort, Consejero Regional de Cooperación y Acción Cultural para América Central de la Embajada de Francia, en la que conocí sobre el programa de cooperación sustentado por el organismo francés AIRD (Agencia Inter-Establecimiento de Investigación para el Desarrollo) que permite el financiamiento de proyectos entre centros de investigación en Costa Rica y diversos centros franceses incluyendo el Instituto Pasteur.

Esta información me permite considerar seriamente en este momento la posibilidad de establecer proyectos de investigación con grupos costarricenses, o poner en contacto a grupos nacionales con otros equipos del Instituto Pasteur con los cuales se puedan establecer contactos. Las iniciativas de cooperación no son abundantes y es necesario poderles dar seguimiento para que sean efectivas.

Por último considero que invitaciones regulares a investigadores costarricenses laborando en otros países para que participen en cursos o en actividades de docencia en Costa Rica permitiría por una parte dar a conocer a un gran público (estudiantes, profesores, científicos en general) sus temáticas de investigación,  así como el avance en determinadas tecnologías de punta, y por otra parte facilitaría una dinámica de interacción que podría desembocar en el desarrollo de pasantías o formaciones doctorales de personal costarricense en instituciones en el extranjero.

 5. ¿Estaría dispuesto(a) a regresar al país si se presentan las posibilidades idóneas?

 Si. Mi experiencia en el extranjero ha sido extraordinaria hasta ahora, como mencionaba anteriormente, y he podido desarrollar líneas de investigación que probablemente no habría podido hacer en Costa Rica en el pasado. Sin embargo actualmente me siento comprometido con Costa Rica y me gustaría poder contribuir al quehacer científico nacional desde una nueva perspectiva: si las posibilidades idóneas se presentaran, consideraría seriamente el regreso al país. 

6.  ¿Cuáles incentivos considera pertinentes para retener al talento científico en el país?

Aliviar la carga docente y otorgar mas tiempo a la investigación sería un punto interesante a considerar. En Francia, por ejemplo, existen dos principales perfiles profesionales en investigación: un perfil es denominado ‘Maestro de Conferencias’ con mayor vocación a la docencia pero con posibilidad de dedicar hasta un 50% del tiempo laboral a la investigación. El otro perfil son los ‘Investigadores’ que dedican la mayor parte de su tiempo a la investigación únicamente, y quienes pueden ejercer la docencia de forma opcional, de acuerdo a sus disponibilidades y su propio interés por participar en la formación de jóvenes científicos en la universidad, fuera del ámbito mismo del laboratorio donde son formados los doctorandos. He escuchado a algunos jóvenes investigadores costarricenses quienes, al incorporarse a las universidades estatales luego de recibir una formación en el extranjero, deben abandonar por un tiempo considerable sus proyectos de investigación para dedicarse exclusivamente a la docencia debido a la importante carga académica que deben completar. Sería entonces conveniente considerar el que estos investigadores puedan dedicar en alguna etapa temprana de sus carreras un mayor tiempo a la investigación misma para aprovechar al máximo todo el conocimiento adquirido durante los periodos de formación. Es indispensable que un investigador pueda transmitir sus conocimientos, pero también es necesario que este científico pueda desarrollar plenamente sus calidades de investigación para que el beneficio al país sea maximizado.

7.      En su área de trabajo, cuáles serían las necesidades de desarrollo del área en CR?

En el área de investigación en enfermedades infecciosas hay formidables científicos en Costa Rica que están realizando un trabajo no solo original sino de gran calidad académica. En general, he podido constatar recientemente que también en otras áreas de trabajo ha habido incorporación al país de jóvenes talentos que han decidido regresar a Costa Rica después de estancias de estudio en otros países y que están participando activamente no solamente en la formación de nuevos profesionales sino en el desarrollo de nuevas temáticas de investigación.

Me parece que existe actualmente una excelente dinámica de investigación en Costa Rica, favorecida además por la adquisición en algunos centros de investigación de nuevos equipos de análisis en áreas como la proteómica o la genómica. En este contexto, una necesidad general es precisamente la de romper barreras y permitir que las posibilidades de interacción entre investigadores no queden confinadas a un área de trabajo específica o a una institución académica específica.

Hace unos años, durante una pasantía fuera de Francia, tuve la oportunidad de trabajar en un laboratorio de biología en el que físicos, matemáticos y biólogos participaban conjuntamente al desarrollo de un proyecto  de investigación sobre las estructuras fundamentales que determinan la arquitectura celular, y fue realmente extraordinario participar a esta experiencia en la que investigadores de diferentes disciplinas cooperaban tras un objetivo común. Hoy en día, dentro de mis propios proyectos, tengo la oportunidad de trabajar con bioinformáticos, biólogos de sistemas y químicos, quienes enriquecen notablemente las posibilidades de investigación.

En Costa Rica existe el capital humano para el desarrollo de estas interacciones multidisciplinarias y es necesario aprovecharlo.

8.      Desearía plasmar algún comentario adicional?

 Quisiera mencionar que el Instituto Pasteur ha iniciado hace tan solo tres años un programa internacional de doctorado que está abierto a candidatos de todo el mundo (www.pasteur.fr/doctoralpositions). Las personas interesadas deben en primera instancia ponerse en contacto con uno de los 120 laboratorios del Instituto (repartidos en 10 departamentos: Biología Celular e Infección, Biología del Desarrollo, Biología Estructural y Química, Genomas y Genética, Inmunología, Infección y Epidemiología, Microbiología, Neurociencia, Parasitología y Micología, Virología) para establecer un proyecto de doctorado que será sometido a concurso a partir de setiembre del 2012; en enero del 2013 se seleccionarán 20 candidatos que serán invitados a París en marzo para que defiendan sus proyectos, y en abril se dará a conocer la lista definitiva de estudiantes que recibirán una beca de estudios y que podrán iniciar un doctorado de tres años a partir de setiembre del 2013. El Instituto Pasteur se encuentra localizado en el corazón de París, más de 3000 personas trabajan diariamente en este instituto creando una importante masa crítica de investigación, y este programa de doctorado esta diseñado para maximizar las interacciones entre estudiantes de diferentes especialidades; insto por lo tanto a estudiantes costarricenses a concursar por alguna de estas becas (que financian completamente los tres anos de estudio).

También quiero mencionar que estoy organizando, junto con Pascale Cossart (Instituto Pasteur) y Roberto Kolter (Escuela de Medicina de Harvard), el curso internacional ‘Interacciones Huésped-Patógeno’ que tendrá lugar en la isla griega de Spetses en setiembre del 2013. Este curso esta financiado por la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO) y por la Federación Europea de Sociedades de Bioquímica (FEBS) por lo que está destinado principalmente a estudiantes europeos, pero existe un numero restringido de becas para estudiantes provenientes del continente americano (la pagina internet de este curso será accesible a partir de la pagina www.embo.org