Leila Rodríguez Soto, Ph.D.
Nuestra Ticotal la Dra. Leila Rodríguez Soto es nuestro talento destacado del mes de noviembre, 2018. Leila desde niña tuvo oportunidades de vivir en el extranjero mientras su mamá obtenía el doctorado, estas experiencias la ayudaron a aprender otro idioma, acostumbrarse a diferentes costumbres y sociedades, y tener de cerca el ejemplo de su madre de lo que implica obtener un doctorado.
Leila se graduó de Antropología en la Universidad de Costa Rica oportunidad que le abrió muchas puertas para estudiar en el exterior. En el 2009 obtuvo su doctorado en Antropología y Demografía en la Universidad del Estado de Pennsylvania y actualmente se encuentra laborando como Profesora asociada en el Departamento de Antropología de la Universidad de Cincinnati.
Actualmente se dedica a investigar las migraciones internacionales y uso de la cultura como prueba judicial. Estudia cómo los inmigrantes y los refugiados se integran en las ciudades y los barrios, incluida su integración socioeconómica y movilidad, la recepción comunitaria, la identidad y la producción social y cultural de legalidad / ilegalidad.
1. ¿Cuáles en su caso fueron los determinantes y/o oportunidades para salir del país?
Yo tuve ciertas oportunidades de niña, de vivir en el extranjero cuando mi mamá sacó su doctorado. Esa es una enorma ventaje que no todos tienen, que me permitió aprender inglés, acostumbrarme a una nueva sociedad, y tener de cerca un ejemplo de lo que significa completar un doctorado.
A pesar de esas ventajas, creo que la razón número uno por la cual pude sacar un doctorado en EE.UU. es haberme graduado de la Universidad de Costa Rica. No puedo hablar con autoridad sobre otras universidades del país, pero puedo decir con toda certeza que un título de la UCR abre puertas en cualquier universidad del mundo, y definitivamente en EE.UU., donde la calidad de la UCR es reconocida, y los estudiantes costarricenses compiten de tú a tú con los de cualquier otro país.
La última razón fue simplemente ser persistente. Yo tenía la meta en mente, y no dejé que nada me detuviera. El proceso puede ser engorroso: investigar distintos programas, buscar becas u otras formas de financiamento, pagar y realizar exámenes de admisión, los trámites de traducir y certificar notas, títulos, etc., pero debe tomarse un paso a la vez.
2. En términos generales, ¿cómo describiría sus condiciones de vida en el exterior (p.ej. jornada de estudio y/o trabajo, se han cumplido sus expectativas de lo que sería desenvolverse profesionalmente en el extranjero, principales obstáculos que se le han presentado)
Yo vivo y trabajo en Estados Unidos, uno de los países del mundo donde las personas tienen menos vacaciones, y donde rige una mentalidad de ser “productivo” a toda costa. En la academia esta mentalidad es aún más pronunciada. El ambiente es intenso, estresante y competitivo, y a diferencia de Costa Rica, los profesores no son contratados con propiedad. Son sometidos a evaluaciones anuales, y otras más profundas cada dos años. Después de seis años de trabajo se determina si se han ganado o no la propiedad. Los estándares de lo que se exige para la propieda varían, pero en general incluyen comprobar que se tiene una agenda de investigación innovadora, constante y de calidad, y alta capacidad pedagógica. Todo lo anterior debe ser corroborado por cinco evaluadores anónimos externos a la institución y expertos en el campo de investigación.
Yo trabajo en una universidad de categoría “R1”, con los niveles y expectativas más altas de investigación. Eso significa que todo lo demás que hacemos los académicos – impartir cursos, dirigir tesis de posgrado, gestionar actividades de acción social, participar en comités en los departamentos, facultades, y a nivel de toda la universidad, y ejercer en las organizaciones profesionales propias de nuestras disciplinas-, es requisito pero no es valorado fuertemente en decisiones sobre promociones. Se valoran principalmente la cantidad y calidad de las publicaciones y la capacidad de adquirir fondos de investigación.
A pesar del ambiente intenso, las oportunidades sobrepasan los retos. Tengo libertad total de investigar e impartir cursos según mis intereses, y mi institución ofrece mucho apoyo y recursos para realizar nuevos proyectos, para viajar a conferencias, para asistir a talleres de desarrollo profesional, colaborar con colegas en otros países, etc. La academia estadounidense es muy diversa, y es un gusto tener colegas de todas partes del mundo. La burocracia universitaria es mínima y eficaz, y la mayoría de los trámites se realizan sin mayores complicaciones. Por último, cabe resaltar la ética laboral del estadounidense. El clientelismo y otros problemas existen en todas partes, pero en general, en la academia de EE.UU. se apoya a los demás y se celebran sus logros, la toma de decisiones es transparente, los recursos de cada departamento son compartidos y no son manipulados para los intereses de un pequeño grupo, no se “cerrucha el piso”, y no se tolera la mediocridad.
3. ¿Qué tipo e intensidad de contacto profesional mantiene con CR?
Trato de mantenerme en contacto con Costa Rica lo más posible. Soy “colaboradora” del Centro Centroamericano de Población, y he realizado algunas actividades con ellos. He dictado un taller gratis sobre muestreo RDS para estudiantes y profesionales. Trato de apoyar en lo que pueda las iniciativas de la Escuela de Antropología de la UCR, he presentado en sus conferencias, publicado en su revista, participado en actividades para y con los estudiantes. He presentado mis investigaciones en el INEC y el Banco Central. Tuve un proyecto en Cincinnati para el cual invité a colegas de varios países de Latinoamérica, incluyendo dos de Costa Rica. Convencí a mi institución de intentar establecer un convenio oficial entre la UCR y la Universidad de Cincinnati, que hubiera proveído oportunidades de intercambio y colaboración para estudiantes y profesores de ambas instituciones, pero que al final no se pudo concretrar por diferencias en los tiempos de trabajo de ambas universidades.
4. Recomendaciones de iniciativas que apoyen que el talento en el extranjero actúe como agentes del desarrollo en Ciencia y Tecnología.
La fuga de cerebros es un problema muy grande. En mi caso, nací en un hospital de la Caja. Estudié en varias escuelas y colegios, pero me gradué del colegio público de mi barrio. Estudié – becada al 100% - en una universidad pública. El estado costarricense, y por ende los ciudadanos costarricenses, invirtieron mucho en mí. Es un gasto para el país que yo esté contribuyendo principalmente a otra sociedad, pero aparte de la iniciativa de Ticotal, desconozco de mayores oportunidades para contribuir a mi país desde afuera. He buscado trabajo en Costa Rica pero encuentro que las oportunidades son pocas, no son puestos suficientemente estables que ameriten dejar mi empleo actual, y el proceso realmente requiere que uno ya esté en el país para poder postularse.
Hay muchos países como Coreo del Sur, Taiwan, incluso México que han logrado revertir en gran medida la fuga de cerebros. Algunas de esas iniciativas se enfocan en permitir que quienes permanecen en el extranjero puedan a distancia contribuir al país. Tomando esos países como ejemplo, en Costa Rica se podría:
a) Aumentar financiamiento para profesores o investigadores visitantes (temporales).
b) Crear una conferencia anual de desarrollo nacional donde profesionales costarricenses en el extranjero presenten a miembros del gobierno, sus ideas para mejorar el país.
c) Desarrollar un sistema de consultas mediante la cual profesionales costarricenses en el extranjero (y en Costa Rica!) proveen peritajes, testimonios, y opiniones a ministerios y poderes legislativos.
d) Fomentar la creación de asociaciones y redes de profesionales costarricenses en el extranjero, a las cuales se les consultaría sobre temas nacionales pertinentes a sus especialidades.
5. ¿Estaría dispuesto(a) a regresar al país si se presentan las posibilidades idóneas?
Lo haría mañana mismo sin pensarlo dos veces.
6. ¿Cuáles incentivos considera pertinentes para retener al talento científico en el país?
De nuevo, tomando como ejemplo lo que ha funcionado en otros países, sugiero:
a) Establecer una oficina del gobierno encargada de reclutar a profesionales costarricenses que radican en el extranjero.
b) Ofrecer puestos en investigación de un año, para incentivar a profesionales altamente calificados a que regresen, y ayudarles a obtener empleo en su área mientras buscan algo permanente.
c) Recopilar mensualmente información sobre profesionales retornados y circularla en distintas organizaciones y redes laborales.
d) Ayudar a profesionales retornados a navegar la burocracia nacional para obtener préstamos y permisos para establecer pequeñas empresas tecnológicas, científicas, consultoras, y otras inversiones. Ofrecer al menos inicialmente algunos incentivos como tarifas eléctricas reducidas.
e) Fortalecer las universidades públicas y crear o ampliar institutos de investigación, ofrecer salarios competitivos y fondos de investigación.
f) Simplicar el proceso de reconocimiento de títulos.
7. En su área de trabajo, ¿cuáles serían las necesidades de desarrollo del área en CR?
En la antropología y la demografía, salvo algunas excepciones, las herramientas de trabajo no son excesivamente costosas. La principal dificultad es el mercado laboral reducido, y una falta de comprensión generalizada sobre lo que ofrece un profesional en el área. Un área de crecimiento laboral tanto para antropólogos como demógrafos a nivel mundial es el sector privado, pero en Costa Rica la tendencia es aún incipiente, y la tramitología para la creación de empresas propias es complicada de navegar.
¿Desearía plasmar algún comentario adicional?
En mi experiencia viviendo en el extranjero, y colaborando con colegas en varios países del mundo, Costa Rica es un país con un recurso enorme en sus profesionales, tanto quienes están en el país como los que estamos afuera. Tenemos una fuerza laboral bilngüe, expertos en industrias tecnológicas, y poseemos los recursos del futuro: agua, aire, y energías limpias. Sin embargo, también tenemos un problema en una cultura laboral y política tribalista y parroquial que no nos deja avanzar. Debemos luchar incansablemente por políticas que nos permitan aprovechar nuestros recursos; políticas que mejoren la educación pública a todo nivel, aumenten la transparencia, reduzcan la burocracia, mejoren la seguridad, y eliminen la corrupción en toda institución.