Isaac F. Céspedes Camacho, Ph.D.
Nuestro Ticotal el Dr. Isaac F. Céspedes Camacho realizó sus estudios doctorales en la Universidad de Salamanca (España), estudiando la cinética química y termodinámica de agentes mutágenos. Posteriormente se trasladó a la Universiteit Leiden (Países Bajos), donde obtuvo su postdoctorado, estudiando la Resonancia Magnética Nuclear en estado sólido de organismos fotosintéticos.
Está de regreso en Costa Rica y a continuación nos cuenta más acerca de sus experiencia.
1. ¿Qué clase de estudios, trabajos o investigaciones realizó en el exterior, y cuál fue su enfoque?
Al terminar mis estudios de grado en Química me fui a España a hacer mi maestría y doctorado. Durante mi época española me dediqué al estudio cinético y termodinámico de compuestos carcinógenos, su formación y posibles vías de inhibición. La especialidad que obtuve fue en el área de la Química física. Luego, para realizar mi trabajo postdoctoral, me mudé a la ciudad de Leiden -en los Países Bajos-, donde me especialicé en el uso, aplicaciones y mejoramiento de la técnica de Resonancia Magnética Nuclear (RMN). Con ayuda de fondos de la Agencia Holandesa de Investigación (NWO), y gracias a la colaboración de la empresa Bruker BioSpin, me mudé a Alemania donde logramos desarrollar un equipo para medir la química de espines (spin chemistry) de organismos fotosintéticos a campos magnéticos bajos.
2. ¿Cuáles en su caso fueron los determinantes y oportunidades para salir del país?
En primer lugar, y tal cual lo comenté en una entrevista que Vds me realizaron tiempo atrás, las opciones que me ofrecía Costa Rica no eran las que yo buscaba. Por esta razón, empecé a aplicar a diversos programas internacionales de posgrado que me interesaban. En esta búsqueda encontré a quien, sin ninguna duda, fue el mayor determinante por el cual salí del país, ¡el Prof. D. Julio Casado Linarejos! Él fue mi tutor, profesor, consejero y maestro durante mi época doctoral y es hoy mi Padre Científico y amigo. Él me motivó para irme a estudiar a España y sembró en mí la pasión por la docencia y la investigación. Ya en España, y con fondos de la Agencia Española de Cooperación, pude terminar mis estudios de posgrado.
3. ¿Cuánto tiempo estuvo fuera de CR?
Estuve casi 11 años fuera de Costa Rica.
4. ¿Qué tipo de contacto profesional mantuvo con CR?
Desde que me fui de Costa Rica, siempre intenté mantener un contacto constante y firme con algunos de mis profesores de la Universidad de Costa Rica, ya que soy un fiel defensor de la importancia de la internacionalización de la ciencia así como la generación de redes de contactos para el avance de la misma. Gracias al vínculo que se generó desde un inicio, pude realizar algunas colaboraciones con la Escuela de Química de la UCR y algunos de sus centros de investigación. Dentro de estas colaboraciones se realizaron pasantías de estudiantes costarricenses a Alemania, así como la organización y preparación de charlas y seminarios con expertos internacionales.
5. ¿Cómo fue su experiencia en su retorno al país, en cuanto al ajuste al medio laboral nacional?
Debo admitir que al regresar a Costa Rica no contaba con una opción laboral real y concreta, así que durante casi 2 meses estuve en vilo respecto a mi futuro profesional. Afortunadamente apareció la posibilidad de trabajar en el Tecnológico de Costa Rica, brindando colaboración en la cátedra de Cinética y Termodinámica para la carrera de Ingeniería Ambiental, la cual coordina la Escuela de Química del TEC. Ser parte de la comunidad TEC ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida; el ambiente laboral es muy bueno, así como el apoyo institucional para el crecimiento profesional y el buen desarrollo de las labores de docencia e investigación. Como profesional y como ser humano, he tenido mucha suerte de caer en esta institución.
6. ¿Sus expectativas de investigación y desarrollo son las que esperaba?
Desde el momento en que tomé la decisión de regresar, supe que no iba a ser fácil encontrar las condiciones necesarias para desarrollar plenamente mis temas de investigación, debido a la ausencia del equipo y material tecnológico necesario. No obstante, debo admitir que he encontrado un interés, a nivel nacional, tanto de estudiantes como de colegas, en ayudar a desarrollar mis líneas de investigación en Costa Rica. Soy optimista de que en un par de años, contaremos con el equipo necesario para desarrollar plenamente dichos tópicos en Costa Rica. Además, el capital humano con que contamos, no sólo en el TEC, sino a nivel nacional, es de muy alta calidad, lo que motiva aún más a desarrollar proyectos a mediano y largo plazo.
7. En su área de trabajo, ¿cuáles serían las necesidades de desarrollo en CR?
Actualmente contamos con varios equipos de RMN en el país, pero todos trabajan con muestras en estado líquido, lo que limita nuestras capacidades en I+D+i. Es importante dar el salto y empezar a estudiar e investigar con muestras en estado sólido y semi-sólido, para lo cual es necesario adquirir un equipo especializado que permita trabajar RMN en estado sólido. Esta es, al día de hoy, la principal necesidad tecnológica que se presenta en Costa Rica, para poder trabajar plenamente en mi área de trabajo. Una necesidad que -según mi parecer- puede subsanarse en un futuro muy cercano. Otra cosa importante es continuar capacitando a profesionales, de diversas áreas de la ciencia y la ingeniería, en las virtudes que tiene la RMN. Si contamos con este equipo tecnológico y logramos cultivar las ventajas y posibilidades de la RMN en Costa Rica, estaremos ante un futuro bastante prometedor, en una de las áreas de investigación catalogadas como “top trending” a nivel mundial.
8. ¿Cuáles incentivos considera pertinentes para retener al talento científico en el país?
No cabe duda que el factor económico es una variable que debe ser considerada. Es un hecho que un Estado que desee mejorar la calidad de su sociedad -y potenciar su economía- debe invertir una parte importante de su presupuesto en I+D+i. El aumento en este presupuesto permitiría otorgar más subvenciones, más becas, más ayudas para la movilidad y una mayor financiación para proyectos de investigación lo que, sin lugar a dudas, sería un potente atractivo para no sólo retener el talento científico que está en el país sino también que motivaría a quienes están fuera a regresar. Invertir en investigación es invertir en el país, una inversión a mediano y largo plazo con actividades potencialmente generadoras de una mejor calidad de vida y una disminución de la brecha social.
9. ¿Qué recomendaciones les daría a los talentos Ticotales que piensan regresar al país?
Este es un gran país, de esto no me cabe la menor duda, y son muchas más las cosas buenas y positivas que las malas, a pesar de lo que los medios de comunicación masiva quieran vender. Desde que regresé he notado avances muy importantes a nivel país, en el tema universitario: inversión en infraestructura, mayor acceso a los equipos, posibilidad de acceder a fuentes de financiamiento y un capital humano envidiable. Sé que cuesta competir a nivel salarial y competitivo con otros países más industrializados, pero puedo asegurarles a mis colegas costarricenses en el extranjero que las cosas están cambiando para bien. Hay que tener paciencia al volver al país, pero creo que como investigadores esta es una virtud que hemos cultivado a través de los años y que nos ha traído frutos muy dulces. También soy consciente de que muchos tienen sus familias y vidas ya hechas en otros países, y en estos casos es más difícil volver (algo totalmente entendible y respetable), pero incluso en tales casos, las actividades de colaboración son una buena herramienta para mantener el contacto con el país y ayudarle en su desarrollo.